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Declaración de la Renta de un piso de alquiler: ¿cómo se hace?



Como cada año, da comienzo la campaña de recaudación de la Agencia Tributaria y surgen las dudas sobre cómo podemos y debemos reflejar nuestro alquiler en la declaración. Teniendo en cuenta que se hace para hacer constar los ingresos y gastos que hemos tenido durante el año fiscal, es de suponer que el alquiler debe aparecer.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que las normativas en materia impositiva pueden variar en función de la comunidad autónoma en la que nos encontremos, de manera que los beneficios fiscales no son los mismos en todos los territorios.

‍A modo de resumen, los propietarios de viviendas en alquiler deben declarar siempre los ingresos que han obtenido por ese arrendamiento durante el año anterior. Estos ingresos son, principalmente: la renta mensual por el uso de la propiedad y cualquier pago adicional relacionado con la vivienda (servicios, suministros, etc.).

Ahora bien, como ya hemos aclarado, los propietarios también deben añadir los gastos relacionados con la vivienda. Así podrán calcular el beneficio neto y tributar sobre eso.

Los principales gastos son:

  • Intereses de la hipoteca. Si contamos con intereses o comisiones derivadas de la amortización anticipada de la hipoteca podemos incluirlas. La casilla en la declaración en este caso es la 0104.
     
  • Seguro del hogar. Puede tratarse de uno o varios seguros (rotura de cristales, protección de pagos por el alquiler, etc.).
     
  • Impuestos. Se trata de las tasas, tributos y recargos del inmueble alquilado, como el IBI o el impuesto de basuras, por ejemplo. Esta información debe figurar en la casilla 0015.
     
  • Reparaciones del inmueble alquilado. Algunos gastos de conservación pueden incluirse, aunque debe tenerse en cuenta que la ampliación o mejora no son considerados por Hacienda como gastos de reparación. Es decir, la inversión dirigida a reparar, por ejemplo, unas ventanas, sí estaría incluida en este apartado, pero aquellos gastos que mejoran la vivienda e incrementan su valor quedarían excluidos. Está en la casilla 0107.
     
  • Gastos de comunidad. Comprenden gastos derivados del cuidado de jardines, portales, piscinas, administración, etc. La casilla correspondiente es la 0109.
     
  • Dinero adeudado. Si transcurre un mínimo de seis meses sin que el inquilino pague el alquiler y, por lo tanto, sin que el propietario cobre la renta, éste último tiene la posibilidad de incluir esa cantidad como un gasto. Este concepto recibe el nombre de “saldo de dudoso cobro”. Una vez el inquilino pague, se debe reflejar como un ingreso del año en curso. Figura en la casilla 0116.
     
  • Amortización de mobiliario. Se pueden incluir elementos de la vivienda como electrodomésticos, muebles o menaje y deducir de ellos un 10%.
     
  • En el caso de llevar a cabo mejoras energéticas en la vivienda, Hacienda permite acceder a algunas deducciones más:
    • 20% en el caso de obras para reducir la demanda de calefacción y refrigeración.
    • 40% por obras para reducir el uso de energía no renovable.
    • 60% por rehabilitación energética de edificios.
       

Además, deberás tener a mano:

  • Los contratos de alquiler: con todos los detalles relativos al arrendamiento.
     
  • Los recibos de los pagos.

Una vez has recopilado toda la información, puedes realizar tu declaración de la renta 2023.

CALCULAR EL IRPF

Para calcular el IRPF debemos reflejar ese devengo y saber cuáles son los gastos generados por ese inmueble que nos podemos desgravar. Así, obtenemos el rendimiento neto del arrendamiento, sobre el que se puede aplicar una deducción del 60% para los inmuebles en alquiler que se destinan a vivienda habitual (la casilla correspondiente es la 0150). Por lo tanto, el propietario solo tributaría por el 40% restante. E

l resultado se unifica en la base imponible general del contribuyente (donde aparece también, por ejemplo, su salario) y por eso el porcentaje de lo que una persona termina pagando a Hacienda por el alquiler de su vivienda dependerá también del resto de sus ingresos. Esta reducción no puede aplicarse al alquiler de apartamentos turísticos, por lo que es muy importante señalar de qué tipo de vivienda se trata, el uso del inmueble, si es una casa urbana o rústica, etc. Así, no solo accedemos a las reducciones, sino que evitaremos sanciones.

Un aspecto que debe tenerse en cuenta es que si el inmueble cuenta con varios propietarios cada uno de ellos tendrá que realizar estas operaciones en su declaración.

Para calcular el ingreso bruto, basta con sumar todos los ingresos por las rentas mensuales que has tenido en el año, a lo que debes añadir ingresos adicionales, si los hay. A continuación, debes identificar los gastos deducibles relacionados con la propiedad y agruparlos, sumándolos.

Una vez has sumado ingresos y gastos podrás calcular la ganancia neta (o pérdida), restando ambas cantidades.

Por último, debemos recordar que declarar el alquiler es obligatorio y si Hacienda no detecta que se han liquidado los impuestos correspondientes, la sanción puede ser de hasta 150% de lo que se debería haber abonado.


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