¿Quién alquila un piso?
El inquilino tipo en España es un hombre de 32 años, soltero, mileurista y con trabajo eventual.
A diferencia de muchos países europeos, en España el alquiler no es una práctica muy extendida. Sin embargo, el último estudio de Alquiler Seguro sobre el perfil del inquilino en España –elabora este informe desde 2009– pone de manifiesto un incipiente cambio cultural, debido en gran parte al deterioro del mercado hipotecario.
A través de entrevistas personales y cuestionarios, Alquiler Seguro ha analizado datos socioeconómicos, hábitos y comportamientos, de los cuales se deduce que el inquilino tipo en España es un hombre de 32 años, que tiene un trabajo eventual, soltero y mileurista.
El arrendatario necesita 19 días para encontrar piso y lo hace sobre todo a través de Internet, donde dedica más de dos horas semanales a la búsqueda de vivienda y da mucha importancia al hecho de tener el trabajo cerca de casa. El tiempo medio de estancia en el mismo inmueble es de dos años.
El nivel de endeudamiento de aquellos que quieren vivir de alquiler está situado entre el 30% y el 50%. En cuanto a la distribución de los alquilados por nacionalidad, los españoles ocupan el primer puesto (69,81%) seguidos de marroquíes (6,48%) y británicos (5,94%). La mayoría se enmarca en el sector servicios o pymes y el 32,64% de ellos no supera los dos años de antigüedad en su contrato laboral.
Según explica el consejero delegado de Alquiler Seguro, Antonio Carroza, dicho estudio no hace más que “constatar un cambio cultural imparable que se ha producido en nuestro país, con independencia de las medidas de la Administración sobre desgravación fiscal y seguridad jurídica”.
Carroza sostiene que alquilar es actualmente una alternativa a la hipoteca, ya que, para muchos de los entrevistados en el informe, “comprar una casa ahora es tirar el dinero. Hay mucha gente joven que considera que el ladrillo ya no es una inversión sino todo lo contrario, que ven que sus padres están asfixiados y son presos de su hipoteca”.
Artículo aparecido el 13/08/2012 en Intereconomía- Negocios.com