Cuando un propietario decide poner su vivienda en alquiler sabe que está asumiendo ciertos riesgos. Sin embargo, todos, o prácticamente todos, son evitables si sigues los consejos que te damos a continuación. ¿Quieres alquilar un piso sin riesgos? ¡Sigue leyendo!

Malos entendidos

Uno de los riesgos más peligrosos de alquilar un piso es tener un mal entendimiento. ¿Cómo podemos evitarlo? Muy sencillo, con un contrato redactado de forma clara, sencilla y concisa y conforme a la Ley de Arrendamientos Urbanos no habrá lugar a dudas. Además, siempre que entre propietario e inquilino acordéis algo dejarlo por escrito.

Desperfectos

Otro gran problema al que puede enfrentarse un propietario después de alquilar un piso, es encontrarse desperfectos en la vivienda ocasionados por el inquilino. Si quieres asumir el mínimo riesgo pídele a tu inquilino que contrate un seguro de hogar con responsabilidad civil a terceros. Este tipo de póliza cubrirá los posibles desperfectos que ocasione en tu vivienda. Además, recuerda que la fianza legal tiene el objetivo de cubrir esos arreglos que tengas que hacer al finalizar el contrato de arrendamiento.

Retrasos en el cobro de las  rentas o impagos

Alquilar un piso puede convertirse en un calvario. Retrasos mes tras mes, despistes que terminan en impago… Asegúrate de que en tu contrato de arrendamiento se establecen unos plazos inamovibles para efectuar el pago de las rentas. A tu inquilino puede surgirle un inconveniente puntual por algún problema, pero que los retrasos y las excusas no se conviertan en habituales.

Inquilinos morosos

El mayor riesgo, y consiguiente problema, a la hora de alquilar un piso es encontrarse con un inquilino moroso. Si quieres mantenerlos lejos y disfrutar de un alquiler seguro, cerciórate de que en tu piso de alquiler sólo vivirá el inquilino perfecto. No lo dudes más y ponte en manos de los mejores profesionales del alquiler, Alquiler Seguro, y no asumas riesgos innecesarios.