Los datos hablan por sí solos, una de cada cinco viviendas en España registra al menos un siniestro al año. No estás libre de peligro, así que no te  la juegues.

Incluso en plena crisis económica, apostar por un seguro de hogar con una póliza multirriesgos nos asegura tener cubiertos los costes económicos derivados de un siniestro.

Pequeños problemas

Te vas un fin de semana y un grifo que pierde agua termina por causar humedades a tus vecinos de abajo, una caída mala de una olla sobre la vitrocerámica la rompe, o un amigo de lo ajeno entra en tu casa… Hay pequeños incidentes que seguramente ocurrirán en algún momento en tu piso de alquiler. No te la juegues, si tienes un seguro serán de rápida solución, pero sino puede llegar a ser bastante costoso.

Tipos de seguro de hogar

Depende si eres propietario o inquilino será más conveniente una cosa u otra. El propietario de un piso de alquiler necesita hacer un seguro de continente, es decir, aquel que cubre el piso propiamente dicho. Con estas pólizas asegurarás los materiales usados para la construcción de la vivienda: estructura, paredes, instalación de gas, luz… Todo aquello que viene de serie en el inmueble y que se usó para su construcción, reforma, mejora o rehabilitación.

Al inquilino le conviene un seguro de contenido, es decir de sus propias pertenencias. Aunque muchas veces el seguro del propietario puede cubrir sus pérdidas, puede resultar interesante que el inquilino asegure sus propias cosas. Hoy en día entre ordenadores, teléfonos móviles y aparatos eléctricos y electrónicos tenemos un dineral en casa que no queremos perder. Ninguno estamos a salvo de un robo, incendio o inundación.

Por último, encontramos el seguro de responsabilidad civil. Estás pólizas cubren los daños o desperfectos que podamos ocasionar a terceras personas. Es interesante tanto para propietario como para inquilino.

Cuando mejor asegurado esté un piso de alquiler, menos disgustos nos llevaremos ante cualquier eventualidad.