Convertirse en propietario de un piso alquilado o ser un inquilino cambia los roles típicos a desempeñar en la comunidad de propietarios. Hoy queremos aclarar algunas de las dudas más comunes que surgen al respecto. ¡Muy atentos!

Pago de las cuotas

Por norma general el propietario es el encargado de pagar las cuotas mensuales establecidas por la comunidad de propietarios. Aunque ya no vive en la comunidad sigue siendo el responsable último de la vivienda y el titular de la misma, así que le corresponde hacerse cargo de los pagos mensuales por mantenimiento. La única excepción en este caso, es que en el contrato de arrendamiento figure explícitamente que la comunidad corre a cargo del inquilino.

Juntas de la comunidad

El inquilino no tiene derecho a asistir a las juntas de la comunidad, la Ley de Propiedad Horizontal solo permite la asistencia de los propietarios. Sin embargo, el propietario puede delegar en su inquilino la asistencia y derecho a voto. Para que sea posible, el inquilino deberá presentar un documento por escrito que acredite la decisión.

Daños por obras

Si en la comunidad de propietarios se realizan obras y estas provocan daños o perjuicios en la vivienda donde reside un inquilino, la jurisprudencia le ampara. Así que un inquilino puede solicitar una reclamación por los daños que causen en la vivienda las obras acordadas por la comunidad de propietarios.

Ruidos y molestias

El propietario casi nunca convive en la misma finca que su inquilino, por lo que, de darse el caso, no se da cuenta de que su inquilino es molesto. Un inquilino que altera la convivencia de la finca, que daña los bienes comunes, molesta o realiza actividades nocivas para la comunidad puede finalizar su contrato de arrendamiento antes de tiempo si el propietario lo solicita y lo justifica correctamente.

La comunidad de propietarios forma parte de un proceso de alquiler, así que propietarios e inquilinos tener muy en cuenta al resto de vecinos.