A la hora de poner un piso en alquiler es imprescindible una buena carta de presentación y que mejor que unas buenas y bonitas fotografías que hagan que tú piso hable por sí mismo. Cuidar la calidad de la imagen y retratar la totalidad de los espacios,  permitirán que tu piso sea más atractivo frente a otros.

La calidad ante todo

Las fotografías tienen que ser de buena calidad y con resolución, además tienes que tener en cuenta detalles como la hora del día, la  luz natural de las mañanas genera sensación de calidez. Cuida los flashes y dedos en el objetivo.  

Cuida el detalle

Ordena antes de que se fotografíe el piso. Coloca los muebles, a poder ser sólo aquellos que se quedarán definitivamente o por ejemplo,  quita las cosas que estorben y que no deban de llamar la atención en la imagen, como escobas, estropajos en la cocina, muñecos…  Las camas siempre deben estar hechas, intenta que el colchón no esté desnudo.

Zonas variadas

No te obceques en que se fotografíe la misma estancia una y otra vez. Lo ideal es que el inquilino pueda hacer una visita previa del piso a  golpe de imagen, por eso lo mejor es retratar todos los espacios de la vivienda y desde distintas perspectivas.

Despersonaliza

Piensa que tu inquilino mentalmente posicionará sus cosas en la casa, si ve fotografía tuyas u objetos de otra persona, le costará más.

Trucos de imagen

Procura tener las persianas abiertas, de esa forma las estancias se verán más luminosas, también puedes jugar con las luces. Otro aspecto  muy importante es que se vea limpio y que las ventanas no tengas restos de gotas de lluvia :-)

Por último, procura destacar las áreas atractivas (piscinas, terraza, cocinas…) y si te atreves, puedes dar encanto a otras zonas con flores o espejos.