Hace unos días abríamos una serie de post sobre vivir de alquiler. Hoy tenemos nuevo capítulo, nueva entrega, de vivir de alquiler. El post de hoy lo dedicamos a todo lo que tienes que saber sobre los suministros.

Titularidad

La titularidad de los suministros otorga la responsabilidad última del pago de los mimos a una persona. En el caso del alquiler, el propietario debe darlos de alta, siendo él el titular en un primer momento, para posteriormente, cuando se firme el contrato, pasarlos a nombre del inquilino. No vale, como muchos creen, con el cambio de la domiciliación bancaria porque si el inquilino deja de pagar el propietario acumulará la deuda a su nombre y será responsable de la misma.

Potencia contratada

Con esto nos referimos a los kw que puedes consumir a la vez. Todo depende de las necesidades eléctricas de tu piso de alquiler. Si nunca te saltan los plomos es que tienes demasiada potencia contratada; pero si cada 2 por 3 saltan la tienes muy baja. Para realizar el cambio de potencia tan sólo tendrás que realizar una llamada a la compañía eléctrica, al año puedes hacer una modificación con un coste mínimo.

Una obligación más

El pago de los suministros consumidos (agua, luz y gas) se convierte en una obligación más para el inquilino. El quebrantamiento de este deber se consideraría incumplimiento contractual, motivo más que suficiente para dar por finalizado el contrato de alquiler.