04/09/2015
Hablar de alquiler es hablar indiscutiblemente de la fianza, sin embargo es un concepto que se da tan por hecho que a veces descuidamos en su explicación. Hoy, en esta nueva entrega de vivir de alquiler os hablamos de la fianza legal en el alquiler.
¿Qué es la fianza?
La palabra “fianza” proviene del latín fidere, que significa seguridad y no es más que eso, una forma de asegurar que se cumplirá una obligación. En este caso, la fianza legal en el alquiler sirve como garantía de que el inquilino cumplirá el contrato de arrendamiento.
De esta forma, la fianza supone la entrega de un importe económico por parte del inquilino al propietario de su piso de alquiler, siempre es un importe fijado previamente y que tal como establece la Ley de Arrendamientos Urbanos debe ser el correspondiente a una mensualidad de renta.
¿Qué hay que hacer con la fianza?
Ya tenemos claro que el inquilino tiene que pagársela al propietario, ¿pero qué hace él con el dinero?
El propietario tiene que obligación de depositar la fianza de su alquiler en el organismo de cada comunidad autónoma autorizado para tal fin, tal y como legislan en las normativas autonómicas.
De no ser depositada, el propietario podría enfrentarse a sanciones económicas y podría ser imputable por daños y perjuicios causados al inquilino. Por ejemplo, para que el inquilino pueda optar a beneficios fiscales por vivir de alquiler la Agencia Tributaria sólo procederá si la fianza está depositada.
¿Cuándo se devuelve?
Cuando el inquilino cumple en tiempo y formas el contrato de alquiler y no deja ningún desperfecto en la vivienda el propietario deberá devolverle la fianza abonada al comienzo del alquiler.
El plazo para reintegrarla es de 30 días naturales desde la finalización del contrato y devolución de las llaves. En ese plazo, el propietario comprobará que no hay ningún desperfecto en la vivienda, de ser así podrá quedarse con la parte proporcional de la fianza legal para repararlo.
¿Tienes alguna otra duda sobre la fianza legal en el alquiler? ¡Pregúntanos!